El origen de la casa se remonta al siglo XIX, cuando en la ciudad surge una gran demanda de vivienda provocada por el aumento de población. Se hizo necesario ampliar la ciudad hacia otros límites mediante la creación de nuevas colonias que ocupaban los terrenos de las grandes haciendas, inmensos baldíos y grandes terrenos de milpas y huertos.

Hacia finales del siglo XIX, las familias ricas se fueron alejando del centro tradicional para situarse en las nuevas colonias, como la colonia Cuauhtémoc y la colonia Juárez, que ocuparon el terreno de la Hacienda de la Teja. Es en la colonia Cuauhtémoc donde el Ingeniero civil Manuel Stampa no pierde la oportunidad de construir una hermosa mansión, de un estilo muy común en ese entonces, el “afrancesado” o mejor conocido en México como “Porfiriano” y recibe ese nombre ya que el gobierno de Porfirio Díaz (1877 - 1911) se caracterizo por la adopción de la influencia europea en muchos aspectos de la vida cultural, sobre todo en la arquitectura.

El ingeniero Stampa construye esta casa en el año de 1908 con la intensión de habitarla con su familia, sin embargo tuvieron que abandonarla durante los sucesos de la “Decena Trágica” (9 al 19 de febrero de 1913), lapso en que fue ocupada por Felipe Ángeles como cuartel general de las fuerzas revolucionarias, ya que se ubicaba cerca de la Estación Colonia de los Ferrocarriles. Después de estos acontecimientos la familia Stampa regresa a la casa y vive en ella hasta 1918.

En noviembre de 1919, cuando falleció la esposa del presidente Venustiano Carranza, éste la rentó por seis meses, habito en ella a lado de una de sus hijas, la mayor Julia Carranza, los fines de semana era visitado por su hija menor, Virginia Carranza junto con su esposo Cándido Aguilar. El 7 de mayo de 1920 salió de la capital de la república para dirigirse a Veracruz de donde sólo volvió su cadáver para ser velado en la sala de la casa. Después de la muerte de Carranza, el general Juan Barragán y el coronel Paulino Fontes compraron la casa y se la obsequiaron a la señorita Julia Carranza.

La casa fue rentada durante 20 años, primero a la Embajada de Francia y después a la Embajada de El Salvador. El 5 de febrero de 1942, los restos de don Venustiano Carranza fueron trasladados del Panteón Dolores al Monumento a la Revolución. De acuerdo con el decreto presidencial del 27 de julio de 1942, el presidente Manuel Ávila Camacho ordenó que la casa se incorporara al patrimonio de la nación para que la Secretaría de Educación Pública la destinara a oficina de la Asociación de Diputados Constituyentes de 1917, Biblioteca y Museo Histórico de la Constitución y Leyes Constitucionales. En 1961, un nuevo decreto la transformó en el Museo Casa de Carranza y fue inaugurado oficialmente por el presidente Adolfo López Mateos. Después de diversos acontecimientos en Febrero de 1993 pasó a formar parte de la familia de museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

A 50 años de su apertura oficial, el museo cuenta con 13 salas de exhibición permanente, un auditorio, una biblioteca y una galería, en estas últimas se exhiben exposiciones de carácter temporal, donde se da testimonio de la vida, pensamiento y obra del primer jefe del Ejército Constitucionalista.